En 2019 se estrenó ‘¡Shazam!‘, película de superhéroes de DC, la cual encandiló a crítica y público. A mí me pareció un pasatiempo simpático y hecho con cariño, pero tampoco nada del otro mundo, saliendo algo decepcionado de la sala del cine por las expectativas generadas por los exagerados críticos. Apuntaos lo de exagerados.
Pues bien, cuatro años después estamos con ‘Shazam 2: La furia de los dioses’, aunque habiendo visto la película, creo que debería ser las diosas, pero no entremos en ese debate, que nos perdemos. El caso es que se ha girado la tortilla, con unas críticas desastrosas, y un público que le ha dado la espalda a la secuela, convirtiéndola en uno de los grandes fracasos de los últimos años, y confirmando que el género de superhéroes tiene un gran problema, ya que este fiasco va de la mano con ‘Ant-Man 3‘.
Pues bien, por fin la he podido ver, por lo que me veo en la obligación de lanzar la pregunta del millón: ¿De verdad es tan horrible como dicen? La respuesta es un rotundo no, es más, os voy a contar un pequeño secreto: ni la primera era tan buena, ni la segunda es tan mala. Eso es algo que pocos os dirán, pero me temo que es la maldita realidad, pero eh, cada cual, con sus gustos, pero creo que Shazam 2 cumple como entretenimiento de superhéroes. Pero mejor ir por partes.
Técnicamente la película comete el gran error de las secuelas ambiciosas y con mayores presupuestos, en su afán de cumplir la máxima de las segundas partes de más y mejor. Ningún problema, siempre que los efectos visuales están a la altura de las circunstancias, y no es el caso. No sé qué pasa con el CGI en la actualidad, pero es obvio que hay un problema grave. Cuidado, no digo que sean espantosos, pero son mejorables y saturan, al abusar de ellos.
Creo que el director de la primera, que repite en ésta, comete el error de depender demasiado de dichas escenas de acción, algunas mejores que otras, pero ninguna para el recuerdo. Tampoco me quejaré, ya que se agradece que en una propuesta de acción no sean tacaños con, precisamente, la acción, como otras cintas del género (no daré ejemplos, porque hay demasiados…), pero es demasiado barroco y cargado. Eso sí, a destacar el catálogo de criaturas mitológicas presentadas en el último acto, o el enfrentamiento final, que luce mejor por ser de noche. Las cosas como son.
En cuanto al guion, no se han estrujado el seso, con una historia bien sencilla y sin grandes sorpresas. Es un poco más de lo mismo, en una trama que se siente como de transición. Por otro lado, no importa que se abuse del humor, como en la primera parte, pero siempre que funcione, y no se puede decir que dé en la diana en todo momento, con algunos chistes que te dejan igual que estabas. Tampoco ayuda que haya un par de momentos turbios que rompen con el tono cómico presentado en la cinta. No es un mal guion, pero no ofrece nada nuevo. De nuevo, es lo mismo de siempre, pero como entretiene, pues tampoco hay mucho que objetar.
Y vamos con el reparto, repleto de rostros conocidos, siendo curioso que el mejor sea Jack Dylan Grazer. Muchos se han sorprendido con el gran protagonismo de su personaje de Freddy en esta secuela, pero a mí no me ha extrañado en absoluto, entre otras cosas porque es mucho mejor actor que Asher Angel, el otro niño protagonista, y que en esta ocasión roza el cameo. No ayuda que su personalidad no tenga nada que ver cuando es Shazam, como si fueran dos personas distintas, rompiendo la sincronía que se supone que deben tener Angel, soso y con personalidad más madura, y Zachary Levi, totalmente desatado, y en esta secuela todavía más.
Creo que el primero se debería haber desmelenada más, y el segundo debería haber echado un poco el freno, porque no cuadra el cambio, y los productores se deben haber dado cuenta, de ahí el protagonismo de Dylan Grazer. Es una teoría, peor ahí la dejo. Y bueno, ya que estamos, se nota que Helen Mirren está ahí por el cheque, no siendo uno de esos casos en los que transmite que se lo esté pasando demasiado bien (al contrario que en la saga ‘Fast & Furious‘), al contrario que Levi, pareciendo un niño con zapatos nuevos, aunque bien es cierto que quizás peque de sobreactuado en no pocos momentos.
Y ya está, eso es todo, en una secuela un pelín por debajo de la primera, pero sin que aquélla tampoco fuese un clásico instantáneo, que es más o menos como se vendió en su momento. Os voy a contar otro secreto: si ‘Ant-Man 3‘ y ‘Shazam 2‘ se hubiesen estrenado hace diez años, no habrían recibido malas críticas, o al menos no tan negativas, siendo palpable que los críticos están agotados del género de superhéroes, y es posible que el público también, y de ahí los terribles números de taquilla. A mí mientras me entretengan, conforme, y eso es precisamente lo que da Shazam 2. Ni más, ni menos.
Crítica en vídeo:
Ocio World 
Deja un comentario